Lucha por los derechos de la mujer - 2025

Las mujeres venimos luchando hace muchos años por la equidad y respeto como seres humanos, ya sea a través de protestas, movimientos, o el día internacional de la mujer, que se celebró por primera vez en 1911 en Dinamarca, Austria, Alemania y Suiza. En ese momento se luchaba por el derecho de la mujer a votar, a trabajar, y a estudiar. Desde 1975, las Naciones Unidas declaró un día al año como el día de las Naciones Unidas por la lucha de los derechos de la mujer.

En el 2025 podemos “festejar” muchos logros. Estoy escribiendo esto mientras descanso de mi trabajo estable en una empresa de prestigio, rodeada de hombres y mujeres inteligentes que, en su mayoría, me dan la oportunidad de opinar y presentar mis ideas sin hacer diferencias por mi género. Tengo el privilegio de tomar el tren para llegar a mi casa, sabiendo que lo más probable, es que llegue bien, sin ningún tipo de aggression hacia mi persona, sabiendo que puedo escuchar música o leer tranquila en el tren, y caminar por la calle sin que me ataquen o me acosen por ser mujer. Qué privilegio haber podido venir a Canadá y vivir en Vancouver, un lugar donde, por ahora, se respetan mis derechos.

Vancouver Rowing club with Rainbow

Vancouver Rowing Club

Pero esta realidad no es la misma en muchos lugares del mundo, incluso en empresas en mi misma ciudad o provincia, sé que hay mucha más discriminacion de lo que yo vivo en mi trabajo. Sé que hay amigas mías que han experimentado agresiones y acoso en la calle o en lugares públicos en Vancouver. Y a medida que me alejo de mi zona, de mi ciudad, tan pronto como se cruza la frontera en el sur, se comienzan a ver diferencias en los derechos de la mujer. Cuanto más al sur vamos, la violencia de género aumenta.

1 feminicidio cada dos horas en América Latina y el Caribe

Latinoamérica tiene un índice de feminicidios inaceptable. En mi país, Perú, 0.9 mujeres de cada 100,000 son asesinadas por su pareja íntima (feminicidio). Si hay hombres que matan a la persona que supuestamente aman, por ser mujer, cómo se puede esperar que esos mismos hombres respeten a mujeres en la calle o el trabajo.  De dónde vienen esas creencias de que la mujer es inferior, o que no merece el mismo respeto que el hombre? Ese tema lo abordaré en otro blog.

Por ahora, me quedo con el sombrío contraste entre mi privilegio y la tragedia que viven mis hermanas latinoamericanas y me pregunto, de qué manera puedo generar un cambio, cual es mi rol en mejorar las condiciones de otras mujeres que aún no tienen el privilegio de vivir en su derecho a ser respetadas.

Mi proyecto, Aquasenda es mi granito de arena para apoyar a personas a encontrar su propia humanidad, sabiendo que cuando uno se conecta con uno mismo, puede conectarse mejor con otros, y a su vez, respetarlos como uno quiere que lo respeten.